PATRIA. MINISERIE

 

Muchas veces una imagen dice más que mil palabras. Sinceramente, creo que ésta es la escena de la historia de Patria, la serie basada en la novela de Fernando Fernando Aramburu. Dos familias amigas separadas de la noche a la mañana por motivos políticos y violentos. La narrativa es espectacular, muy bien tratada desde la historia, la ambientación, el morbo y los personajes. A través de los diferentes flash-backs iremos no sólo conociendo a los distintos personajes, sino también, como se desarrollaron los acontecimientos.

SPOILER: Las familias de Lertxundi y Garmendia,  eran uña y carne, sus maridos, Joxian y Txato eran inseparables, incluso en sus hobbies, las cartas y las bicicletas. Las esposas Miren y Bitorri andan siempre juntas, e incluso sus hijas se van de discotecas la una con la otra. Poco a poco Miren ve como su hijo mayor Joxe Mari se involucra cada vez en la lucha armada independiente del país vasco e incluso se vincula al grupo terrorista ETA. Con la muerte de Txato por un comando al cual pertenece Joxe Mari, las dos familias dejan de hablarse, llegando al punto de marcharse del pueblo y alejarse de todo aquel dolor. 

Los Lertxundi

Los Garmendia

Joxe Mari atacando un autobús en su pueblo

Los problemas van creciendo, mucho más cuando es capaz de usar las armas

Xabier y su madre Bitorrie en el entierro de Txato

La carrera política-violenta de Joxe Mari no durará mucho, ya que su comando es apresado y es encarcelado con una larga condena. Muchos años después, Bitorri padece una enfermedad grave y sabe que le queda poco tiempo de vida, así que acude al pueblo, con la única misión de descubrir lo que pasó realmente el día que mataron a su marido y quiere descubrir al autor. Esto le llevará enfrentamientos diarios con los vecinos y el desprecio constante de Miren. Aunque ella no para en su empeño y a  través de Arantxa, la hija de la que una vez fue su mejor amiga, quien se ha quedado muy dañada después del sufrir un ictus, consigue ponerse en contacto con Joxe Mari en prisión y preguntarle por eso que tanto la perturba. Miren sigue dando la razón a su hijo y a la lucha por la independencia del pueblo vasco y continúa visitando a su hijo en prisión, el resto de la familia no. 

Arantxa será la culpable en parte de ayudar a Bitorri con sus dudas

Una madre nunca se da por vencida

Arantxa escribe a su hermano a prisión y le pide que lea las cartas de Bitorri y éste se niega en principio, pero cuando le explica que le queda poco de vida, le aclara todo. El pertenecía al comando encargado de matar al Txato, pero llegado el momento no se atrevió y fue su compañero quien lo hizo. Bitorri por fin descansa en paz y va al cementerio a contarle las buenas noticias a Txato.

Cuántos años perdidos...

Me encantó la última escena de la serie, donde Miren y Bitorri se encuentran en la calle y sin mediar palabra alguna, se funden en un abrazo que dice más que mil palabras. FIN SPOILER