Lo primero que te llama la atención cuando comienzas a ver Southland, es el gran parecido que guarda en las formas con series como The Shield o The Wire, por la cruda realidad reflejada en pantalla. Normalmente cuando te sientas a disfrutar de una serie, sabes de antemano que se trata de algo ficticio, eso no ocurre aquí. Su forma de rodaje y su naturalidad, te dan la sensación de estar viendo un documental tan real como la vida misma. Creo que esa es la clave de que funcione tan bien.
Southland se centra básicamente en el proceder y las experiencias diarias que viven los que forman las patrullas de policías de la ciudad de Los Angeles. Con sus respectivos status, policías, inspectores, sargentos, tenientes, etc. A diferencia de otras series donde se centra en la parte profesional de los personajes y apenas en su vida personal, aquí conoceremos de primera mano como son cada uno de ellos en su puesto de trabajo y cuando se quitan el uniforme. El ritmo de la serie es lento, no nos vamos a engañar, encontraremos algo de acción cuando lo requiera, pero no es lo habitual. Sin embargo, no se hace nada pesada porque hay una gran variedad de personajes. De los cuales paso a presentar a aquellos más importantes.
Detective Lydia Adams.
Detective Russell Clarke.
Casi siempre Lydia y Russell trabajan juntos y se parecen como el día y la noche. Ella no tiene relaciones personales de pareja y tiene que cuidar a su madre enferma, lo cual le limita lo primero. Por contra Russell quiere ser escritor y a veces no está lo centrado que debe en su trabajo, para colmo no tiene una buena relación con su novia.
Ben Sherman y John Cooper.
Sherman y Cooper podríamos decir que son los que más minutos tienen en pantalla, Ben acaba de salir de la academia, es un policía novato y Cooper es su oficial de entrenamiento. El cual no lo acepta de buena gana porque proviene de una familia adinerada y no lo ve como un policía por devoción.
Detective Sammy Bryant y Detective Nate Moretta.
Esta pareja de detectives son los que ponen la guinda simpática de la serie. Aunque se toman su trabajo muy en serio, están cargados de problemas familiares y cuando no es una cosa, es otra que los distrae de sus verdaderas funciones como agentes de la ley.
Chikie Brown y Dewey Dudek.
Esta es la pareja más opuesta que nos encontraremos. Por un lado Chikie es la primera mujer que aspira al equipo de élite SWAT y Dudek es el típico cabeza loca, siempre metido en problemas, ya sea con el alcohol, el sexo, las drogas o la violencia.
¡OJO SPOILER! Para contar con sólo 7 episodios, nos encontraremos muchos frentes abiertos. El asesinato de un chaval a manos de unos pandilleros y dejando a una testigo, hará que Bryant se tome el asunto como algo personal y se ocupe de ella. La cual será tiroteada varias veces en diferentes capítulos, pasando a ser parte del plan de protección de testigos. Sherman se tendrá que ir ganando poco a poco el respeto de Cooper, demostrándole que su condición económica no es un lastre para ser un buen policía. Moretta tendrá que decirle a su hermana pequeña, que en realidad es su padre y no su hermano. Salinger mantiene un romance con una periodista y a la vez, intenta tener controlada a su alocada hija adolescente. Russell comenzará a tomar clases para ser escritor y esto provocará un caos en la relación con su novia. La última escena de la primera temporada, acaba con este tiroteado delante de la casa de un vecino al cual iba a invitar a una barbacoa en casa de Salinger. Dudek después de que Chikie lo amenace con dar parte de su comportamiento poco profesional, provoca un accidente y es ingresado en un hospital. Y por último Lydia comienza una relación, pero dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio, por su condición de agente de la ley. ¡FIN SPOILER!
Esta primera temporada es muy amena y entretenida, y nos mostrará mil y un asuntos para mantener nuestro interés en ella.
