Llega al blog una serie de antaño, exactamente de 1979. La recuerdo con cariño, pues era la época en la que las familias se sentaban juntas a ver la tele, una única tele por casa, una sola cadena de televisión, te veías todo lo que ponían, porque era lo único que había. Y ojo, se hacía buena televisión.
La Barraca es una novela de Vicente Blasco Ibáñez llevada a la pequeña pantalla, ambientada en su Valencia natal, en su gente y en sus costumbres. Se nos cuenta la historia de la familia de Batiste, quien después de un suceso dramático, llegan a la Huerta y a una barraca abandonada, con el único propósito de instalarse, trabajar las tierras y ser unos más de la comunidad, pero no será tan sencillo como piensa.
SPOILER: El tío Barret es padre de cuatro hijas y vive en la barraca con su familia como ha hecho durante años, pero al ir envejeciendo, no puede cultivar ni trabajar como antes y las deudas llaman a su puerta. El problema es que el propietario, Don Salvador, no muestra ninguna misericordia con él y le envía a la justicia, quienes lo echan de su hasta ese momento hogar y lo dejan en la calle. Molesto por el devenir de su familia, va en busca de el patrón y lo asesina, terminando éste en la cárcel y sus hijas ejerciendo la prostitución. La Huerta promete que nadie volverá a vivir en la barraca del tío Barret.
Con el paso de los años, Batiste llega con su familia a la barraca del tío Barret y esto despierta el odio en sus vecinos, quienes ven a los nuevos inquilinos como personas despiadadas y sin corazón, faltando el respeto a la memoria del anterior inquilino. Dirigidos por Pimentó, nadie les saluda, no les ofrecen ayuda en su nueva misión de levantar la antigua y abandonada barraca, mienten a la justicia para quitarles el agua de sus tierras y mil fechorías más, lo que incluye una paliza de las chicas a su hija Roseta o igualmente un maltrato a sus hijos varones por parte de los compañeros de clase. Es aquí donde el pequeño de la familia traga barro al ser tirado a la acequia y termina muriendo, creando un punto de inflexión en la Huerta.
Y no todo será negativo, Roseta encuentra el amor en la figura del joven Tonet, quien a diferencia del resto de la comunidad, acepta a la familia de buena gana.
Cuando parecía que la paz por fin había llegado, un día en la Taberna, Pimentó abofetea a Batiste y este le parte una silla en la cabeza, dejándolo muy mal herido, volviéndose a ganar el odio de la Huerta. El Pastor, el médico y el profesor, invitan a Batiste a marcharse de allí, ya que cuando se recupere, Pimentó, querrá venganza. Los vecinos vienen a pedir todo aquello que les fue prestado.
Un día que Batiste va de caza, recibe un disparo por parte de Pimentó y éste a duras penas, le devuelve el disparo dejándolo muy mal herido. Esa misma noche mientras duermen, les llega el humo...su barraca está ardiendo, teniendo el tiempo justo para salir con un poco de ropa. En una visión dramática, ven como su futuro se quema, dejándolos con lo puesto. Así que tristemente, la familia Borrull, se marchan de la Huerta, con la compañía extra del joven Tonet. FIN SPOILER